Friday 1 April 2011

Un atraco en Salamanca, por Kitty Grady



Hace dos semanas, cuando estaba en Madrid para mis vacaciones de verano, decidí hacer una excursión a Salamanca, porque muchas personas me habían dicho que es una ciudad muy pintoresca y histórica, llena de museos y galerías de arte. Estaba con una amiga, y hacía calor, entonces tenía sed. Debido a eso, fuimos a la plaza en el centro de la ciudad. Habíamos encontrado un café cuando recordé que no tenía el dinero conmigo. Mientras andaba al banco, mi amiga se quedó en la plaza, sacando fotos.


Entré al banco y estaba a punto de hablar con el cajero cuando de repente unos atracadores armados entraron con fuerza. Los dos llevaban puesta ropa oscura, con un pasamontañas, y pistolas grandes. Uno era muy alto y delgado, y el otro hombre era muy bajo, eran muy agresivos y tenían voces fuertes. Como tenía miedo, me tiré al suelo en una esquina, y por suerte, los atracadores no me vieron. Uno de los criminales disparó tres veces, y el otro se aproximó al cajero. El cajero, valientemente se negó a entregarle el dinero, me sorprendí muc ho dado que parecía que los atracadores podrían fácilmente matarle. Entonces los atracadores le intimidaron con su pistola, y por supuesto el cajero le dio todo el dinero en el establecimiento. Mientras que el cajero estaba dando el dinero a los atracadores, oí el sonido de unas sirenas de la policía. Como los atracadores las habían oído, estaban muy enfadados, y se volvieron muy rápidamente. Oí a uno de los criminales decir al otro que se diera prisa, y después llamó a alguien, diciendo que la policía estaba cerca. Dos minutos más tarde, tres policías entraron muy rápido, e intentaron detener a los atracadores, pero no tuvieron éxito. Los atracadores efectuaron disparos, y la policía no estaba preparada. Un policía murió, y los atracadores se fugaron del banco. La policía les persiguió durante dos o tres minutos, pero los criminales habían escapado en un coche, y rápidamente estaban muy lejos del local.


Un policía volvió, y nos pidió ser testigos del crimen. Así pues tuve que dar una descripción de sus apariencias, y lo que pasó. Cuando finalmente volví con mi amiga a nuestra casa donde estábamos alojadas, me sentí un poco aliviada de que el resultado no había sido peor, dado que podía haber muerto. Además, mi amiga y yo sentimos que el hecho había arruinado nuestra excursión a Salamanca, así que no voy a volver pronto. Saqué una foto de todos los coches de policía con mi móvil cuando estaban persiguiendo a los criminales.

No comments: